La mirada se queda suspendida en el bebé, en las manos que lo acunan y en el agua, que envuelve la escena… Si alguno conocéis un lugar en España donde se haga algo similar, hacédnoslo saber, por favor…
¿Nos permitimos disfrutar de esos placeres que, más a menudo de lo que parece, nos brinda la vida ? Tomarnos unos minutos, dejar lo que estamos haciendo… sumergirnos en el momento. Os dejo una clase magistral de la mano...
¡Cuántas veces he terminado cantando igual que termina ésta canción,después de preguntas sin fin de un niño! Y si aún pensáis: ¿por qué termina así?… …puesno me lo preguntéis a mí,otra vez más un«por qué», ¡no por favor!.